Call of Duty enfrenta una reacción violenta para priorizar los paquetes de la tienda en medio de problemas de ruptura del juego
La reciente promoción de Activision de un nuevo paquete de tiendas con temática de juegos de calamar ha encendido una tormenta de críticas de la comunidad de Call of Duty. El tweet, con más de 2 millones de visitas y miles de respuestas enojadas, resalta una creciente desconexión entre el desarrollador y su base de jugadores. Muchos sienten que Activision es sordera, priorizando la generación de ingresos sobre abordar los problemas críticos en el juego que afectan tanto a Warzone como a Black Ops 6.
Ambos títulos están actualmente lidiando con problemas importantes, incluidas las trampas desenfrenadas en el juego clasificado, la inestabilidad del servidor persistente y otros errores que rompen el juego. Los prominentes jugadores de Call of Duty, como Scump, han expresado públicamente su preocupación, afirmar que la franquicia está en su peor estado de la historia. Este sentimiento se hace eco de la respuesta abrumadoramente negativa de la comunidad al tweet promocional.
La controversia se centra en la decisión de Activision de promover un nuevo paquete de tiendas el 8 de enero, en lugar de reconocer y abordar las quejas de los jugadores generalizados. Los creadores de contenido como Faze Swagg instaron a Activision a "leer la sala", mientras que otros, como Charlieintel, destacaron la gravedad de los problemas de juego clasificados. Muchos jugadores, como Taeskii, se han comprometido a boicotear las compras de la tienda hasta que las medidas anti-trato mejoren significativamente.
El impacto de estos problemas es evidente en el recuento de jugadores menguantes del juego. Desde el lanzamiento de octubre de 2024 de Black Ops 6, Steam Statistics revelan una asombrosa caída del 47% en los jugadores. Si bien los datos para otras plataformas (PlayStation y Xbox) no están disponibles, los números de Steam sugieren fuertemente la insatisfacción generalizada del jugador y el éxodo potencial debido a los problemas persistentes. La situación deja el futuro incierto de Call of Duty, planteando serias preguntas sobre el compromiso de Activision de abordar las preocupaciones de los jugadores y mantener la salud a largo plazo del juego.